Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche,
que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y viceversa. Aprendí
que el amor no tiene la fuerza que imaginé. Aprendí que nunca conocemos a una
persona de verdad. Y también aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada
y que perdiendo también se gana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario